31 de enero de 2016

Olivia en las ondas

¿Olivia?
A las ocho en punto estaba clavada ante las puertas del estudio repitiendo por enésima vez Paca poco coco compra. Pulsé el timbre y esperé practicando con Manolo Medina mima el minino, Manolo… ¿Sí, a quién tengo el honor?, se oyó por el portero. Soy yo. ¿Y quién eres tú, mi niña? Olivia, venía por la locución, ¿recuerda? Sí, sí…, esta cabeza mía. Oye… ¿no habrás traído un gato? Nooo, que vaaa, me apresuré a responder. Miré atrás por si venía alguno, subí al ascensor y pensé en erre, cigarro, barril y ruedas de ferrocarril, perro prreferrí dejarrlo ahí. Toc, toc, hola, venía por… ¡Qué mona!, pasa, estás contratada. ¿Estoy contratada? Sí, guapa, por setecientos euros. Habíamos dicho ochocientos. Pues ochocientos, corazón, faltaba más... Bueno, vale jefa. Entonces… ¿Entonces qué, cielo? ¿Empiezo ya? Claro, estás tardando; mira, aquí tienes el micro, allá está el reloj y el guion… ¿dónde está el guion…? ¿Será este, jefa? Ese mismo es; ah, Olivia, lo del gato… es que soy... ¿Alérgica, jefa? Sí, alérgica; eres un sol, Olivia, y llámame Olga, seremos amigas. Lo estoy deseando, Olga, acepté de buena gana. Bueno, basta de cháchara, concluyó al encenderse la luz roja: que estás en las ondas.

27 de enero de 2016

Matrícula gratuita

Aula municipal de segunda oportunidad
En qué momento de la educación de su niña habían empezado a equivocarse fue el tema del debate. Las asistentes empezaron a tomar sorbitos de agua al confirmarles que fue cuando le concedieron todos los privilegios y ninguna responsabilidad. Tuvieron que abrir las ventanas y dejar correr el aire con la dejación de tareas escolares, el incumplimiento de horarios, los noviazgos prematuros y las amistades peligrosas. Al enterarse de que además se trataba de cuando se abandonaron los estudios universitarios, se explicaron de golpe qué pintaba un desfibrilador en la clausura del Cursillo de Segunda Oportunidad para Familias Escolarmente Fracasadas, promovido por la Concejalía de Apoyo Familiar Incondicional.

6 de enero de 2016

¿Cuándo fue?

¿En qué momento habían empezado a equivocarse?
En qué momento de la educación de su niña habían empezado a equivocarse, se preguntaron mamá y papá gato. ¿Cuándo fue? ¿Cuándo dejaron de regañarla por hacer la caquita fuera de la arena? ¿O  cuándo le permitieron pasar días y días tumbada al sol? Quizá fue cuándo empezó a salir y entrar de la gatera sin rendir cuentas. O tal vez tuvo la culpa aquel odioso juego, Call of Ball, con el que pasaba horas y horas ensimismada... Miau, maulló mamá gato: darle todo sin pedir nada.  Si, remató papá gato, un pésimo ejercicio de paternidad. Y ahora que está el daño hecho, pensaron los dos, ¿cazará ratones?