17 de febrero de 2016

La teoría del círculo.

¡Ay!, cuánta razón tienes, Cicerón...
Era de los pocos detectives honrados que quedaban en la ciudad. Honrado... Sonreía imaginando que su tarjeta pusiera: Manel Umpiérrez, detective honrado. Tenía una teoría explicativa que la llamaba del círculo. Un círculo era el de las lamentaciones: nacías, crecías y morías honrado. Otro, el del limbo: al principio te aportaba no sabías qué, y terminabas sospechando que eras tonto de remate. También estaba el del péndulo: si quieres ser honrado, no aspires a nada, y como aspires a algo, dejas de ser honrado. No había escapatoria. O quizá sí. Cerró la oficina y salió a comprar lotería. Podría tener suerte y romper el círculo. Si no, seguiría siendo honrado.