23 de abril de 2019

Las chicas, los chicos y les chiques

¿Sabe, seño?
Le chique entró al despacho con su maestra. Se acomodó en la silla y la despidió volándole un beso y diciéndole adiós con la mano. Mi abuelo es telescopista y a veces vemos el cielo por el telescopio, se arrancó de un tirón con la orientadora escolar. Sí, Either, ven el cielo por el telescopio… En el cielo, seño, están la luna, el sol y muchas estrellas diferentes. Sí, Either, tantas estrellas como personas hay sobre la Tierra... ¿Sabe, seño? Dime, Either… El sol se llama Lorenzo y la luna Catalina, como mi madre artista. Sí, Either, Catalina, como tu madre artista… Yo tenía dos madres, prosiguió le chique. Cuando estaban las dos, me cuidaban las dos, pero cuando mi madre artista faltó, mis abuelos empezaron a cuidarme hasta ver si mi madre abogada se ponía contenta, pero no se puso y mi abuela me peina y me repeina, me hace natillas de chocolate, me lleva de tiendas y todo lo que tú quieras mi chique linde y bonite. Y mi abuelo dice: guape, quien tiene una abuela tiene un tesoro. Sí, Either, y tú tienes dos tesoros… Riiing, ¿oye, seño?, riiing, es el timbre de clase y ahora toca razonamiento lógico, aunque yo prefiero expresión musical. ¿Either…? ¿Si, seño? ¿Estás bien…? Lo intento, pero quien no está bien es mi madre abogada. Se levanta tarde, toma pastillas, lleva la corbata floja… La próxima vez la cita a elle y no a mí.