Ursus maritimus |
-¿Dónde está Nettia que hace tiempo que no la veo. Le dije
que si esperaba demasiado su ventana de escape se
congelaría.
-Es que este
solecito adormece a cualquiera. ¡Qué es aquello, Pusa!
-Uno de
esos feroces ursus solitarios al acecho.
-¿Ursus? Me estas
asustando.
-Pues asústate, porque tendrías que haber visto alguna vez a esos monstruos blancos:
miden dos metros de altura y pesan más de 500 Kg.
-¿No se
habían extinguido?
-Cuentos de esquimales. Se ahogan en el océano por los rápidos deshielos, pero seremos
nosotras quienes se extingan si nos encuentra.
-¿Aquí,
dentro del refugio?
-Los ursus tienen un olfato prodigioso y nos detectan
a más de un kilómetro de distancia, y a un metro bajo la nieve.
-Yo creía
que se alimentaban de patos y mejillones.
-¿De patos y
mejillones? ¿Tú naciste en las Galápagos o qué?
¡Entérate! Somos focas: fo-cas,
su comida favorita.
-¡Va a por Nettia!, ¡va a por Nettia!
-No podrá escapar. Le partirá
el cráneo y le comerá las entrañas dejando los restos para
sus amiguitos los zorros blancos.
-Cállate, Pusa, ¿cómo
puedes ser tan cruel?
-El Ártico
es cruel.
-¿Tienes algo más que decir?
-Requiescat in pace in aeternum.
No hay comentarios:
Publicar un comentario