"...removió el brandy en la copa..." |
Solo es una costumbre, dijo, y con un movimiento
de muñeca removió el brandy en la copa. Antes ponían motes familiares y ustedes
fueron los Botas, continuó observando el caoba intenso del gran reserva. Cuando
Rocío la del Botas, tu madre, anunció el embarazo, tu padre vino a la bodega y empezó
a tomar holandas sin control, hasta que se lo llevaron los ángeles. Captó
aromas de vainilla, caramelo y regaliz. La inconciencia de la juventud, supongo.
Notó una sensación dulce, untuosa, con un toque de alcohol. Luego, para rematar
la faena, van y lo entierran en un ataúd de roble. Recuerdos a madera noble y
frutos secos. Y a los nueve meses naciste tú, Solera, pálido y rubio, tal cual:
¿cómo te iban a llamar si no? Su carácter ligeramente abocado le dejó una
sensación aterciopelada y un posgusto prolongado. Excelente, concluyó.
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