La Osa Mayor |
-Papá, ¿tú no tienes frío?
-Si, brrr, estoy tiritando. Ven aquí conmigo,
anda, te calentarás bajo el abrigo.
-Hace días que no
me baño.
-Eso se soluciona
así, como los gatos. Fíjate, ahora pareces una
reina. Toma, ponte esto... ¡con corona y todo!
-Tengo hambre.
-Pero Caperucita, no haces más
que quejarte. Papá esto, papá lo otro… Mira, aquella es la Osa Mayor, ¿la ves? Pues
los osos, cuando hibernan, se pasan meses sin comer nada.
-¿Y qué hay del
cuento aquél del señor que acostumbró su asno a no comer y se le murió?
-¿Ah, pero te lo
creíste? ¿A quién se lo ocurre…? Era broma, mujer. ¿Quién se va a creer eso? Si era broma. Pura fantasía...
…
-Estoy cansada. Tengo
sueño. Quiero irme a casa.
-Bueno, ya sabes
que ahora somos…
-Si, como caracoles con su casa a cuestas. Ya me lo has dicho... Perdiste tu empleo, mami se marchó… (¿Por
qué tuvo que irse…?) ¿Y por qué tuvieron que quitarnos nuestra casa? ¿Por qué?
¿Acaso no les bastaba con eso? No hemos hecho nada. Nada.
-Caperucita, esos lobos…
-No papá, no son lobos. Son hienas, hienas. Las veía por la tele.
No hay comentarios:
Publicar un comentario