Ella dijo que era pronto |
Pidió
la 201, o la 205, si podía ser. Introdujo la tarjeta en la ranura y entramos: servicio
a la izquierda; dos camas al frente; mueble, televisión y cuadro a la derecha.
Me tiré en una de las camas. Ella dijo que era pronto. Me dio la espalda y
comenzó a desnudarse porque iba a darse una ducha. Luego se acercó, preguntó si
no me importaría y se me subió encima a horcajadas, sin esperar respuesta. Era
muy fuerte y no la contrarié (…). Me duché y me vestí. Aún es pronto, repitió.
Me relaja (…). Nos duchamos y nos vestimos. Se aseguró de la correcta
colocación de los chalecos antibalas y salimos fuera. Con la punta de la
pistola me indicó un lugar a su espalda y de una patada echó abajo la puerta de
la 203. ¡Alto, policía! Servicio,
izquierda, vacío… Hombre al frente con mano interior chaqueta: ¡quieto o disp…!,
¡bang…! Mujer con maleta: codazo al estómago y esposas a las muñecas. La bala atravesó
el muslo y El Gordo cayó al suelo. Métele
un torniquete antes de que se desangre. Cogió las maletas con la coca y los sacamos a empellones de aquel
hotel de carretera.
Menudo ritmo narrativo, toda una operación policial al más puro estilo The Wire.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Gracias, Juan M. Me ha encantado que pases por aquí y me hayas dejado estos comentarios. Un abrazo.
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