Había que tener un traje gris. |
Pedían mayoría de edad, el Graduado en ESO y
residir en el municipio. Puntuaba la experiencia en esteticismo, escayolista o
composición floral. Era imprescindible disponer de un traje gris, de corbata y
debían abstenerse depresivos e hipocondriacos. Las pruebas se celebrarían el
sábado por la mañana y consistirían en redactar una esquela, recitar un
epitafio y sellar una tumba. Las dos primeras se realizarían in situ, en la sala de espera de la
empresa, y la tercera en otro situ,
en el camposanto municipal. Y así fue. Lo de la esquela lo resolvió en diez
minutos, pues llevaba bien aprendido aquello de “…tíos, primos y demás familiares…”. Como epitafio declamó un “Te fuiste, socio” fácilmente adaptable al sexo femenino cambiando la o por
la a. Para el sellado de la tumba vertió media bolsa de yeso en un balde con
agua, colocó la tapa del nicho, y lo enfoscó todo en un santiamén. Observó
gestos de conformidad, recibió tres palmaditas en el hombro y le dieron el
puesto. Un mes de prueba, le dijeron. ¡Ah!, y que mañana tenían el servicio de
Rafael Tarta Ruibarbo, Felo el pastelero, para más señas. Que Dios lo tenga en
su gloria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario