31 de enero de 2016

Olivia en las ondas

¿Olivia?
A las ocho en punto estaba clavada ante las puertas del estudio repitiendo por enésima vez Paca poco coco compra. Pulsé el timbre y esperé practicando con Manolo Medina mima el minino, Manolo… ¿Sí, a quién tengo el honor?, se oyó por el portero. Soy yo. ¿Y quién eres tú, mi niña? Olivia, venía por la locución, ¿recuerda? Sí, sí…, esta cabeza mía. Oye… ¿no habrás traído un gato? Nooo, que vaaa, me apresuré a responder. Miré atrás por si venía alguno, subí al ascensor y pensé en erre, cigarro, barril y ruedas de ferrocarril, perro prreferrí dejarrlo ahí. Toc, toc, hola, venía por… ¡Qué mona!, pasa, estás contratada. ¿Estoy contratada? Sí, guapa, por setecientos euros. Habíamos dicho ochocientos. Pues ochocientos, corazón, faltaba más... Bueno, vale jefa. Entonces… ¿Entonces qué, cielo? ¿Empiezo ya? Claro, estás tardando; mira, aquí tienes el micro, allá está el reloj y el guion… ¿dónde está el guion…? ¿Será este, jefa? Ese mismo es; ah, Olivia, lo del gato… es que soy... ¿Alérgica, jefa? Sí, alérgica; eres un sol, Olivia, y llámame Olga, seremos amigas. Lo estoy deseando, Olga, acepté de buena gana. Bueno, basta de cháchara, concluyó al encenderse la luz roja: que estás en las ondas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario