27 de diciembre de 2019

Todo un espectáculo


¡Todo un espectáculo!
Cuando llegué estaban poniendo la mesa para cenar. Le echaban mucha ceremonia al asunto. Traje las cervezas, dije. En platos blancos de cartón colocaron el jamón serrano en un extremo de la mesa y las gambas al otro, con las cervezas en el centro. Encendieron la tele para ver el mensaje navideño y nos sentamos en el sillón. España va. Nos comimos el jamón y las gambas –tocamos a tres- sin necesidad de cubiertos, y nos bebimos las cervezas a pico de botella. Luego salimos a ver las luces de Navidad. Todo un espectáculo. Este año mejor que el anterior, comentaba todo el mundo.

19 de diciembre de 2019

Muac


¡Muac!

Le confesé a mi padre lo que había hecho mediante el whatsapp. Tranquila cariño, yo también fui a la universidad, pero cuando los grises daban palos de verdad, te duchabas con agua fría porque el butano se acababa a los quince días, y guardabas cinco duros para llamar desde una cabina cuando el presupuesto no llegaba a fin de mes. Eso me respondió mi padre con el emoji del besito... Y se me acaba de olvidar lo que le confesé a mi padre.

9 de diciembre de 2019

Uno más

Se me acumulan en la boca.


Se me acumulan los garbanzos en la boca. Mmm, sí, están ricos. Pero se acumulan. ¿Me habré metido demasiados? Me los trago. Bien, bajan, uno tras otro, y todos tras el primero que me obstruye la tráquea ¡nooo!, no puedo respirar, no debí… ¡lo sabía, lo sabía!, no me deja respirar, ¡un garbanzo, un garbanzo!, aire aire, ¿y ahora?, ¡tose tose!, no sale, ni toser puedo, necesito respirar, auxilio por favor, aire, me asfixio, nadie va a venir, ¡socorro!, quise tanto a mi mujer, mis hijos lejos, ¡socorro!, nadie viene, muerto, estoy muerto, anciano muerto solo… uno más en casa… solo... sol... sssea- ca-bó…

4 de diciembre de 2019

Penúltima pareja

"...cogió las llaves de su Beetle Cabrio"

Sufriendo lo indecible por amor, canturreó la reciente viuda ante el espejo. Morir de amooor… afinó un poco más ahora mirándose de frente y de perfil. Acercó mucho la cara al cristal y deslizó un bah, las arrugas no son tantas. Se ajustó la malla deportiva con dos taconazos militares dobles en el suelo. Es perderte en un momentooo… y ahí dejó a Bosé. Se tiró el bolso al hombro, cogió las llaves del descapotable y salió zumbando hacia el gimnasio, olvidado ya el desgraciado accidente de su última... ¿Café, vecina? ...penúltima pareja.