3 de abril de 2016

Comas, puntos y paréntesis.

Vamos a comer, niños.

Deja unos puntos suspensivos para luego soltar una coma, y hacer pensar en lo que vendrá después de anotar un punto y coma; crece la tensión y se promete desvelar el desenlace a partir de este punto y seguido. Así que respira hondo y entre comillas explica brevemente a sus lectores lo que va a suceder después de los dos puntos: el relato acabará justamente con este punto final (el que está después del paréntesis).