21 de enero de 2020

Psicología del zapato

¡Vaya montón de zapatos!
Los zapatos vacíos te hacen pensar. Cuando mi padre va por el pasillo y encuentra sus zapatos tirados por el suelo, hace una finta a la izquierda, les da una patada a la derecha y sigue adelante como si ese suceso nunca hubiera ocurrido en su universo. Pero si encuentra los de mamá, la historia es bien diferente. Se agacha, los observa, calcula ángulos, junta tacón con tacón y, con la precisión de un brazo robótico, los coloca en la zapatera como si fueran el principal engranaje de una compleja maquinaria. Me pregunto si eso va en el zapato o son imaginaciones mías.

14 de enero de 2020

No te equivoques


¿Hasta arriba?
Le obligaron a sentarse en el sofá, junto a sus zapatos. ¿Aquí? Sí, ahí. Luego, a punta de pistola de agua, le hicieron comer el carbón dulce que él les había dejado dentro de los zapatos. ¿Todo? Hasta las migas. Después, bajo la amenaza de partirle en dos con sus espadas láser, le dijeron desembucha, gordito, y llénalos de chuches hasta arriba. ¿Hasta arriba? Sí, hasta los topes. Por último, coaccionado por los tirachinas, se comprometió a volver, ¿cuándo?, el próximo año, repítelo, el próximo año, a aquella residencia de menores cargadito de regalos.