23 de abril de 2018

International Meeting of Life Stories

"...bla, bla, bla..."
-Meg: … bla, bla, bla y si esto lo hice yo, puede hacerlo cualquiera de ustedes.

-Speaker: Merci, Meg O´Bierno Solla, por acudir desde Bélgica a este Encuentro Internacional de Historias de Vida y contarnos cómo cogiste las riendas de la tuya. Ahora tiene la palabra Nina Diná, una italiana cuyas sorprendentes decisiones han dejado a más de uno vistiendo santas.

-Nina: Ser bella, o guapa como dicen por aquí, me amargó la vida desde un principio, pues el guaperas con quien me casé olvidó enseguida il nostro anniversario. Denunciar no denuncié, porque la morte se lo llevó pronto, pero le hice una buona sepoltura indicando con dos dedos en V que dos metros de hoyo serían suficientes. Allora, aprendí la lección: “En esto de l´amore, me dije, lo temporal es mejor a lo fijo. Verás lo contenta que te pones”. Y me puse felice, presto. Así que, por ahora, ni caso a las miraditas del vecino nell´ascensore; ni al bombero, que metió la cabeza por la ventana preguntando si il fuoco era allí, ni nada di nada.

-Speaker: Grazie, Nina, por esa lección de vida tan instructiva. Para finalizar la sesión de hoy, damos la palabra a Amino Meko Ghen, una japonesa-americana pequeña de estatura, sí, pero con una gran visión de futuro.

-Amino: Hi, amigas, konnichiwa. Well… Yo vivo en Fifth Avenue con Ami Thamp Oko, mi del Congo mejor amiga. Meses ago, mis padres se presentaron en casa sin avisar y bla, bla, bla…

4 de marzo de 2018

La Casa del Bacalao

A Casa do Bacalhau
-Bacalao, bacalao… en esta carta…
-Solo hay bacalao, señor: A Casa do Bacalhau, dijo increíblemente empática.
-Ah, claro, ja, ja, en qué estaría pensando yo. No iba a ser rape. Podría…
-Le sugiero el à brás. Le gustará.

Llevaba tres previsibles días en Lisboa y dos alucinantes minutos entre pescado. Así que acepté la sugerencia, pedí cerveza y al “perdone el atrevimiento…” me señaló el bolsillo de su blusa: Carmen Carbalho.
Me gustó todo. Olores, sabores…

-Uy, qué casualidad, dijo, son 23,30 euros, la misma hora de cierre del restaurante.

22 de febrero de 2018

De pesca

De pesca
Con los pies a remojo mientras pescaban se hacía más llevadera la espera. También ayudaba el vino fresco jerezano. Su mujer metió la mano en la cesta y notó que el pan estaba aún caliente. Acordaron hacer dos bocadillos: uno de queso para él y otro de serrano para ella, porque la lactosa le dañaba el intestino. Para abrir boca, mordisqueó una manzana y ofreció un plátano a su marido. Mecachis, con tanto útil de pesca no se puede comer tranquilo. 

14 de febrero de 2018

Por los pelos.

¡Aquí!
Se quedaban discutiendo dónde pondrían el sofá, en qué lugar colgarían los cuadros o cómo pintarían la casa al verse, por fin, viviendo juntos después de abandonar el nido familiar donde todo estaba bien planchado y la mesa recién puesta. Aquí, dijo, él; allí, dijo ella; esto no funciona, dijeron los dos, y se fue cada uno por su lado. Suerte que no firmaron nada.

Mejor, ahora.

¡Recojan la mesa ya!
-Ya recogerán la mesa mañana es lo peor que puedes decir, porque te oyen.
-¿Tú crees?
-Vaya si creo. E igual de malo es Si quieren, pueden recoger la mesa ahora, porque te pueden decir Ahora no queremos. Y no pidas por favor algo tan simple, porque parecerás una pazguata integral.
-¿Tú crees?
-Vaya si creo. De hecho, después de que tú hayas hecho la comida y tantas cosas más, recoger la mesa es lo más fácil. Por eso te recomiendo un Recojan la mesa ya, o  Recojan la mesa porque mañana no comen.
-¿Tú crees?
-Vaya si creo.

7 de febrero de 2018

Ratas, ratas...

"...los gatos entraban tensos y acechantes..."
Los rincones vacíos de la casa ya desmantelada cobijaban ratas como liebres. Lo supe porque los gatos entraban tensos, escuálidos y acechantes y salían con la panza llena a reventar, bamboleándoseles de un lado a otro, como cuando te tomas tres platos de sopa en el albergue y el estómago te hace chocloc, chocloc. Gracias a ellas, superé varios inviernos que antes eran fríos y ahora son gélidos. Armé unas ratoneras y atrapaba una media de diez ratas diarias. Los laboratorios del centro decían ahí viene el flautista de Hamelin y me las pagaban a tres euros la pieza para sus experimentos.

18 de enero de 2018

Indiferencia (brevísima representación en dos actos y tres escenas).


Foto de Thomas Hoepker
(motivo del relato)
ACTO PRIMERO
Escena única. Alguien con bastón pone dinero en la gorra del clown cuando este finaliza su solidario número callejero.

ACTO SEGUNDO
Escena primera. Un cliente con bastón entra en la cafetería y el clown, ya dentro, le hace notar la indiferencia de la gente:

Cliente: Qué frío hace ahí fuera, brrr…
Clown: ¿Puede cerrar la puerta?
Cliente: Perdón, plic…
Clown: Dele más fuerte.
Cliente: ¡Cataploc! Camarero…
Clown: ¿Pero qué le pasa? Llame más fuerte, hombre. Oiga… ¿necesita ayuda?
Cliente: No, gracias. ¡Camarero!
Clown: Vale, pero sepa que a la gente le interesa más el café que si usted se parte la cabeza contra la columna de enfrente.

Escena segunda. El camarero sale de la cocina y atiende al cliente como uno más.

Camarero: ¿Turkey dinner, sir?
Cliente: Only coffe, please. Disculpe, ¿podría buscarme un sitio libre?
Camarero: Mire uno, ¿ve?, junto al que va de colorines hasta la gorra.
Cliente: ¿El clown, verdad? Mirar, ver… están fuera de mi alcance.
Camarero: Perdone, no sabía… espere que…
Cliente: No me coja. Deme el codo, que el ciego soy yo.
Camarero: Oiga… ¿cómo sabe que el clon está ahí?
Cliente: Tengo poderes, como Daredevil.
Camarero: Ah.
Cliente: Eso.

16 de enero de 2018

Bien hecho.

Proteína animal de primera calidad
Pestañeó dos veces para decir sí, o eso le pareció a él desde la entrada. Fue hacia ella sorteando clientes comidos y sin comer: "Su coche, la grúa...". La vio levantarse y salir lanzando la silla por el suelo. Él observo la factura ya pagada y encontró en el solomillo sin cortar la oportunidad de sustituir sus hidratos habituales por proteína animal de primera calidad. "Un deportivo...", explicó al camarero; "mal aparcado...",  recogió la silla; "...no volverá", se sentó en ella; "...la grúa lo tiene enganchado", sentenció esperando que le bendijera aquellos alimentos. "Quince minutos...", le oyó decir al camarero entre dientes. Le sobraron tres.

9 de enero de 2018

Alimañas escamosas

"escamosas alimañas..."
Bucear en el lago que había al lado de la casa me permitió descubrir la abundantísima fauna existente, alimentada con pieles, grasas y vísceras animales arrojados al agua durante años como despojos de cocina. Por eso creé “Exfoliaciones Lago”, empresa que abandoné inmediatamente cuando la vecina se prestó a meter los pies en el embarcadero y los sacó en carne viva. Después renuncié a un Diving center cuando los neoprenos impidieron que aquellas escamosas alimañas les arrancaran la piel a tiras a los primeros excursionistas. Ahora estoy con “Julín Export”, mandando sushi al Japón hasta agotar existencias.