10 de octubre de 2020

Yo te maté primero

Ya estoy en casa después de librarme de ese malnacido. Un empujoncito y adentro ji, ji: socorro-socorro, mi marido se cayó al recinto de las hienas. Por fin respiro calma y... ¡hala! La cena puesta. Vaya detalle. Ya lo podía haber tenido antes. Pues no le voy a hacer ascos, no. Ensalada, ostras y vino blanco. Mmm, fresco y afrutado, como a mi me gusta. Está rico, sí, mmm. Fresh and fruity, ji, ji, ya estoy piripi. ¿Y este post it? “Si estás leyendo esto me creerás muerto, desgraciada, y te habrás bebido el vino”.



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