27 de diciembre de 2012

¡Que viene Nanuq!



Ursus maritimus
-¿Dónde está Nettia que hace tiempo que no la veo. Le dije que si esperaba demasiado su ventana de escape se congelaría.
-Es que este solecito adormece a cualquiera. ¡Qué es aquello, Pusa!
-Uno de esos feroces ursus solitarios al acecho.
-¿UrsusMe estas asustando.
-Pues asústate, porque tendrías que haber visto alguna vez a esos monstruos blancos: miden dos metros de altura y pesan más de 500 Kg.
-¿No se habían extinguido?
-Cuentos de esquimales. Se ahogan en el océano por los rápidos deshielos, pero seremos nosotras quienes se extingan si nos encuentra.
-¿Aquí, dentro del refugio?
-Los ursus tienen un olfato prodigioso y nos detectan a más de un kilómetro de distancia, y a un metro bajo la nieve.
-Yo creía que se alimentaban de patos y mejillones.
-¿De patos y mejillones? ¿Tú naciste en las Galápagos o qué?  ¡Entérate! Somos focas: fo-cas, su comida favorita.
-¡Va a por Nettia!, ¡va a por Nettia!
-No podrá escapar. Le partirá el cráneo y le comerá las entrañas dejando los restos para sus amiguitos los zorros blancos.
-Cállate, Pusa, ¿cómo puedes ser tan cruel?
-El Ártico es cruel.
-¿Tienes algo más que decir?
-Requiescat in pace in aeternum.

20 de diciembre de 2012

Fase terminal

Adios
-No, claro que no queremos,  pero nos tendremos que marchar.
-Pero  nacimos aquí, ¿verdad?
-Sí, aquí mismo. En un país de emigrantes. Conviene no olvidarlo.
-¿Nosotros también fuimos emigrantes?
-Hace mucho tiempo. Cuando aún éramos jóvenes y no importaba lo lejos que fueras para salir adelante.
-¿Dejaremos todo atrás?
-Nos iremos con lo puesto. Tú te quedarás en esta residencia. Pero puedes estar tranquila. Te tratarán como a una reina. O Incluso mejor.
-¿Y nuestros hijos?  Porque tenemos hijos…
-Dos varones y una  mujer. Ahora están parados. Han firmado contratos de trabajo para irse a Canadá. Seguro que les irá bien. Los tres tienen formación universitaria. Con máster.
-¿Y tú?
-Me iré pronto… Con ellos.
-¿No eres un poco mayor?
-Ya ves que peino canas, pero mi experiencia y conocimiento del idioma me serán útiles allí.
-¿Aquí no te sirven?
-Para nada. Lo he intentado todo, pero te cierran las puertas en las narices y te dicen con la boca pequeña que llames a otro lado, que lo sienten, que otra vez será…
-¿Te reconoceré cuando vuelvas?
-Volveré pronto. Por Navidad. Y no me importará.
-Adiós  ¿…?
-...Bob. Me llamo Bob. Ciao, Ana. Siempre te he querido.

¡Bang!

15 de diciembre de 2012

Caracol, col, col


-Tú dirás lo que quieras, pero esta sequía nos obligará a emigrar.  
-Pero, Gualtier, si nos han crecido la concha y los cuernecillos en estos parajes. ¿Y qué le pasará a nuestra descendencia?  
-¿A nuestra descendencia? Junto con ranas, mosquitos y  langostas, teníamos que estar entre las diez plagas de Egipto. Que espabilen, si no quieren acabar en una paella de conejo en la Costa del Sol.  
-¿Y a dónde iremos arrastrándonos como gusanos, a  50 metros por hora y antes de que se nos seque el mucus?  
-Al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.
-¿A La Caldera? ¿Y cómo vas a subir El Reventón, a lomos de una mula? ¿O le pedimos a Kilian Jornet que cuando vuelva a correr La Transvulcania nos deje (porfa) en El Roque de Los Muchachos.  
-Si tú no vas, me voy con Otala, aunque sea pegado a las patas de una gaviota, como suponía Darwin que viajaron algunos de  nuestros antepasados.  
-Esta sí que es buena,  Gualtier.  ¡En gaviota…!  …Y como decía Darwin…  
-¿Sabes? Por mí, como si quieres entrar en hibernación estival. Pero si te quedas aquí con la que está cayendo, te vas a quedar más seco que un ammonites en Valdepeñas.

13 de diciembre de 2012

De un zapatazo


¡Con cuidado para que no se le caigan los alfileres!, le vociferó a la madrastra para que ajustara presta el vestido de novia ocultando la sangre del apuñalamiento del primer marido; ¡con suavidad para que no se arrugue!, le gritó a la hermana mayor que colocaba nerviosa el largo velo blanco con el que ahorcaron al segundo marido; ¡con decisión para que brille como el oro!, increpó a la hermana menor que lustraba la pesada corona con la que fracturaron la cabeza del tercer marido; ¡con elegancia para que disimule el engaño!, le requirió a la inquieta sirvienta que preparaba meticulosa un ramo de flores idéntico al que intoxicó al cuarto marido; y tú, ¡con buen gusto para que parezca un salón de recibir!, mandó por último al cochero que aireó sillones, limpió faroles y comprobó la tensión de las riendas de la carroza con las que estrangularon al quinto marido. Una vez finalizó este (cada vez más largo) rosario de altivas exigencias, se agachó despacio ante su ahijada y le calzó, para esta sexta ocasión, un par de afiladísimas zapatillas de cristal mientras maldecía furiosa el enorme desperdicio que habían supuesto sus anteriores ciento cincuenta años de torpes encantamientos.

5 de diciembre de 2012

El enterrador

Antes de que vuelva papá recogeremos la salita ¿vale? Eso te calmará un pelín.
-Tú ríete, pero si nos pilla saldremos de aquí con los pies por delante.
-Si: “Último caso de violencia familiar: un padre asesina a su hija y al novio de ésta mientras veían Lo que el viento se llevó y comían churros con chocolate en la salita de su casa”.
-Pues mira por dónde has acertado: la última vez que coincidimos me lanzó una mirada  asesina que helaba la sangre.
-¡Haaala! Mi madre dice que solo es el complejo de Electra, pero del revés: miedo a perder a su hija. Ya somos mayorcitos, hombre. Llevamos siete años juntos, vienes a casa a cada rato, os lleváis estupendamente…
-¿Y tu madre qué es, orientadora? Yo a lo que tengo miedo es a perder la vida… Y él sabe cómo dar puerta a la gente. ¿Tú crees que es habitual coleccionar esquelas mortuorias y oír cantos gregorianos para dormir?
-Comprobado, tío: estás esquizofrénico. ¿Qué esperabas del enterrador municipal: que coleccionara trufas negras? ¿O acaso tu padre no colecciona esas vitolas de puros tan cutres que expone en la peluquería? Pues no veo la diferencia, la verdad.

No todo vale


-¿Viste Los juegos del hambre?
-Si, es la adaptación de una novela de la escritora americana Suzanne… Collins. ¿Por qué lo preguntas?
-No paro de darle vueltas: en el año no sé cuantos el gobierno de turno televisa unos juegos en los que chicos y chicas menores de edad se dan caña hasta que solo queda uno en pie. ¿Educativo, no?
-Visto así...
-¿Y cómo lo vas a ver?
-Bueno, hace ya 2000 años existían en Roma…
-…Bla, bla, bla. ¿Sabes? No siempre coincide lo que se muestra en pantalla con lo que permanece en la retina de los espectadores. ¿Qué crees que pensará un chico de 13 años después de ver pelis como esas? ¡Vamos, es que llega a su casa y empala al gato!
-Mira, ya puestos, convendrás conmigo en que no hay pelís buenas o malas. Hay diferentes géneros, tramas, clasificaciones… El que las quiere ver, que las vea, y el que no, ¡pues a casita, tío!
-Pues no sé si convendré contigo. De lo que sí estoy seguro es que debemos agradecer a nuestros profesores la enseñanza en valores, que si no esto sería Troya.
-¡Exagerado!
-¿Exagerado? Puede, pero no todo debería valer…

28 de noviembre de 2012

Maldito bastardo

Añadir leyenda

-Lo mejor será enterrar a Cocó.
-¿Qué pasó, madre?
-Tus hermanos debieron asfixiarla anoche, mientras dormían. Son unos desgraciados, como tu padre. ¿Sabes dónde está, Pitas?
-Al amanecer lo vi pavoneándose con las vecinas.
-Maldito bastardo. Deberían decapitarlo como al “El Inglés”, cuando intentó divulgar a voz en grito que la UE obligaba a los empresarios a ampliar nuestras viviendas.
-¡Pero madre!
-Se cree un gallito de pelea y no es más que un capón de Navidad.
-¡Pero madre!
-Cállate. Serás igual que tu padre. Es la genética. Me voy a poner el huevo de hoy, que con esto de la crisis los contabilizan como si fueran pepitas de oro. ¡Señor!

17 de noviembre de 2012

Encantamientos



-Deja que ella sea pájaro y él murciélago, insinuó la Directora a la bruja novata.
-¡Toc! La bruja novata golpeó el suelo con su flamante escoba transformándose en un mago de los de pajarita y frac que sacaba palomas de la chistera.
-La Directora suspiró profundamente. Tendrás que permitirles volar, le sugirió.
-¡Toc! y se transformó en aviadora, con gafas, gorro y chaqueta de cuero, y se puso a corretear en semicírculos con los brazos extendidos emitiendo ruiditos con la boca: brrr… brrr… brrr…
-La Directora miró resignada al techo, y le insistió paciente…  Quería decir, que deberás ayudarles a encontrar su camino.
-¡Toc! Ahora se transformó en exploradora, con  sombrero, camiseta, pantalón corto y, con las manos por visera, oteó un horizonte inexistente.
-La Directora se preguntó qué estaban enseñando en las Facultades de Educación. Martina, se trata de que les eduques aprovechando lo mejor de cada uno.
-¡Aaah…! ¡Siiii! ¡Toc! ¡Toc! Y se transformó en maestra, con el pelo recogido en moño alto y una inflada maleta que explotó como si fuera una piñata de cumpleaños esparciendo recortables,  tijeras  y pegamentos por todas partes.
-Por fin, pensó la Directora, creí que nunca lo conseguiría.


14 de noviembre de 2012

Y un pavo para Navidad


Con la complicidad de la noche, Marcia giró la llave del contacto y el viejo cuatro por cuatro arrancó bufando como un toro que arremete contra las puertas del comercio y se lleva por delante cristaleras, cajas y estanterías hasta empotrarse en la sección de alimentación. Una breve mirada y un cabeceo aprobatorio son las señales para que el chico salte del vehículo y cumpla fielmente su cometido: pastas (1 kilo); tomate frito (pack de tres); salchichas (10 unidades); queso rallado (especial pastas) y algunos zumos para tomar. ¿Algo más? Si, coge unos botes de leche de continuación para tu hermano. Y… , ¿puedo llevar un pavo para Navidad? Claro, hijo, no creo que lo vayan a echar en falta. El chico introdujo la mercancía por una de las ventanillas y saltó al interior del Jeep cuando este ya retrocedía velozmente empujando estanterías, cajas y puertas hasta salir al exterior para, dando un brusco volantazo, enfilar la avenida y perderse en la distancia salpicando la calle con los restos de aluminio y cristales que habían quedado enganchados en el guardabarros.

13 de noviembre de 2012

007, listo para el servicio


-¿Qué vas a hacer este puente de Halloween?.
-Pues morirme, ja, ja, ja. Ya ves, enseguida se me ha puesto la risa del finde. ¿Te apetece ir a ver Skyfall?.
-¿Ir a ver Sky… qué?
-Es la última peli de Daniel Craig007..., hombre. ¿Cuánto hace que no vas al cine, un siglo? ¿O me vas a decir que fue Bambi lo último que viste?
-Vamos  Carlota… No será para tanto … Digo yo…
-¡Nooo…!, Que va…   tío alien. Te diré qué vamos a hacer. Como a las seis y media ya no se ve un pijo, quedamos a las cuatro en Meridiano.
-¿Y cuánto nos va a costar el paseo?
-Pues 7.70 la entrada, 2.10 el tranvía, 2 euros para la cola, y otros 4 para el cubo.
-¡20 €uros!  Pero si la última vez que fui al cine me costó 33 pesetas… (...¡hostia!, se me ha escapado). Y eso del cubo es…
-¿33 pesetas? Ya te digo: alien, alien. El cubo… ¡de palomitas, hombre! ¡De palomitas! Bueno, te consigues 15 euros y compartimos las palomitas, ¿OK?
-Pero si cuestan tanto las palomitas como la entrada ¿Y si las llevamos de casa?
-Olvídate, ya lo intenté cuando estrenaron El caballero oscuro  y me echaron una bronca que no veas. Y que lo sepas, que desde que tengo uso de razón no se me cae al suelo una gota de cola o una palomita. ¡Jurado por Heath Ledger, que en paz descanse!
-¡15 €uros! Esto me recuerda a El golpe. ¿Con qué motivación vas al cine si sabes que te van a quitar los ahorros que tenías para comprarte el Call of Duty?. Y ese Heath Ledger, ¿Quién era? ¿Familia tuya?
-Lo dicho: alien, alien, alien.

9 de noviembre de 2012

Mi héroe



De ese trabajo tan poco edificante no puedes esperar nada bueno, Susan, susurró Paul mientras bebían cola y compartían palomitas en los Yelmo. Susan se removió imperceptiblemente en la butaca mientras las estrellas de la Paramount correteaban por la pantalla,  y él volvió a la carga soplándole al oído: ¡Mírate!, pareces Johnny Deep en Sombras Tenebrosas. Haz algo con tu vida o perecerás abrasada en los Océanos de fuego que atravesó Vigo Mortensen a lomos de su mustang:  córtate el pelo, practica body pump, vístete de Prada… Ponte bien contigo misma para que las personas que están a tu alrededor también se sientan bien. Susan tragó saliva, se secó con el dorso de la mano una lágrima delatora que corría por su mejilla  y, cuando  quiso decir algo, a quien la sala oyó fue a Pepper Potts diciendo: “Ironman, gracias por estar ahí cuando más te necesito”.

27 de octubre de 2012

La cola




No había acabado de decir aquellas palabras cuando sintió que sus pies despegaban del suelo y sus costillas crujían contra las puertas del INEM igual que el pan tierno que anuncia Eduard Punset por televisión. ¿Qué me ponga a la cola... como todo el mundo, dices?. Le increpó alguien con pinta de camionero de toda la vida que le zarandeaba  en alto con un solo brazo. Entérate de que las colas las hacemos personas como tú y yo cuando esperamos el bus o pagamos a las amables cajeras del super. Las hacemos los cinco millones de parados de este país cuando buscamos otro empleo en oficinas como estas o esperamos por unas listas de la Seguridad Social más largas que la de los pasajeros del Titanic y de las que ya ni hablan quienes prometieron acabar con ellas. Y perdona el numerito, pero este es mi sitio y que los meses acaben el día 15 es algo que me tiene de los nervios, tío.
  

24 de octubre de 2012

Chanel Nº 5


¿Qué me joda?, repitió Mike saboreando la palabra y poniendo sus brazos en jarra. Mmm… Que me joda dices. Y en la densa calma que anuncia la tempestad y paraliza los impulsos, Mike asió la Glock18 que ocultaba sus espaldas de gimnasio y descerrajó encima del Chino Stuart el cargador completo, quedándose más ancho que la pelvis de una parturienta. Te lo advertí, Chino, dijo con tono distraído y mirada perdida. Te dije que estaba encoñado con esa chica y que no entraras en el territorio que marcaba su Chanel si querías seguir comiendo tofu. Pero se te ve contento: has muerto como esas ratas australianas: después de haber jodido.

23 de octubre de 2012

Kepler 22B


La única persona firme en aquella fantástica misión (la radiación solar había arrasado ya La Tierra desprovista de la capa de ozono), pilotaba la aeronave internacional Hawking XXIII con la calculadísima pericia de quien se sabe responsable de la supervivencia del homo sapiens, logrando aterrizarla un 24 de diciembre del 2025 en el salvador planeta gracias a un titánico esfuerzo teñido de fuerza, coraje y determinación. Y fue en ese momento, cuando se cumplían dos años terrestres del despegue de la superlanzadera, cuando la exánime tripulación oyó decir profunda y lentamente a la teniente Milenia: How…, How…, How…  Kepler 22B. ¡Nos has devuelto la vida!

La almohada


Sofía
¡Ni hablar!, me la llevaré conmigo. ¡Qué le voy a hacer! Llevo tanto tiempo con ella. Y mira que me lo repiten: “Déjala ya, Sofía, déjala ya”... Si se enterasen mis amigas. O alguien. Sería el hazmerreir… Pero me sigue superando. La escondo en la maleta y  me la llevo. Si es que incluso voy a estar en una habitación individual por aquello de que “ya eres mayorcita”.  Pues… ¡Hecho!: te llevas tu almohada y la cambias por la del hotel. Hay decisiones para las que necesito darme un poco más de tiempo.

20 de octubre de 2012

El marcapasos



Tal y como estaba previsto, la operación comenzó  el lunes a las 18.00 horas. El cirujano se inclinó sobre su mujer y le practicó una incisión en la zona pectoral izquierda donde posteriormente alojó el marcapasos.
¿Cómo estás, cielo?
Bien, bien…
Te veré el miércoles en quirófanos.
¿El miércoles? Pero, Raúl, ¿No me das la baja?
Ni lo sueñes, Olga. En este país ya no estamos para bajas. Además,  si no es para tanto:  ya no tendrás  que pasar controles aeroportuarios.
¡Mira que gracia!. Raúl… ¿recuerdas que en quince días te opero de tu próstata?
¡La próstata! Vale, vale. Pues que sea el jueves, doctora.