31 de marzo de 2015

Boop, boop...

B.B.
Pudo ser la falta de previsión, o quizá el estrés del viernes, lo que llevó a la joven abogada a cometer el imperdonable error de olvidar sobre su mesa el expediente para el lunes. El anterior fallo le costó la suspensión de privilegios adquiridos y no estaba dispuesta a que un tercer despiste la dejara en evidencia y cuestionara su valía profesional. Lenguaje no verbal, se dijo mirándose al retrovisor, decidida a regresar desde el garaje en busca del archivo. Soltó su melena, repintó los labios y, sacando una pierna fuera, comprobó que la altura del tacón era perfecta... El guardia de seguridad cedió el paso a Lucy; las trabajadoras de limpieza saludaron a la Señora Smith; los de mantenimiento se creyeron en Sin City cuando Mijo los sobrepasó sin pedir permiso, y el jefe regaló un indulto a Betty Boop sin que esta llegara a comunicar delito alguno.

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