-Deja que ella sea pájaro y él
murciélago, insinuó la Directora a la bruja novata.
-¡Toc! La bruja novata golpeó el
suelo con su flamante escoba transformándose en un mago de los de pajarita y
frac que sacaba palomas de la chistera.
-La Directora suspiró
profundamente. Tendrás que permitirles volar, le sugirió.
-¡Toc! y se transformó en aviadora,
con gafas, gorro y chaqueta de cuero, y se puso a corretear en
semicírculos con los brazos extendidos emitiendo ruiditos con la boca: brrr… brrr… brrr…
-La Directora miró resignada al techo, y le insistió paciente… Quería decir, que
deberás ayudarles a encontrar su camino.
-¡Toc! Ahora se transformó en
exploradora, con sombrero, camiseta,
pantalón corto y, con las manos por visera, oteó un horizonte inexistente.
-La Directora se preguntó qué estaban
enseñando en las Facultades de Educación. Martina, se trata de que les eduques
aprovechando lo mejor de cada uno.
-¡Aaah…! ¡Siiii! ¡Toc! ¡Toc! Y se transformó
en maestra, con el pelo recogido en moño alto y una inflada maleta que explotó
como si fuera una piñata de cumpleaños esparciendo recortables, tijeras y pegamentos por todas partes.
-Por fin, pensó la Directora, creí que nunca lo conseguiría.
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