22 de febrero de 2018

De pesca

De pesca
Con los pies a remojo mientras pescaban se hacía más llevadera la espera. También ayudaba el vino fresco jerezano. Su mujer metió la mano en la cesta y notó que el pan estaba aún caliente. Acordaron hacer dos bocadillos: uno de queso para él y otro de serrano para ella, porque la lactosa le dañaba el intestino. Para abrir boca, mordisqueó una manzana y ofreció un plátano a su marido. Mecachis, con tanto útil de pesca no se puede comer tranquilo. 

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