19 de mayo de 2019

De regustos y disgustos, sonrisas y alegrías.

...volvemos a comer pescado...
Me queda un regusto amargo en la boca después de hablar con Eva y ver el disgusto en su cara. Pero es solo un instante, aunque... muuuy largo. Luego, después de las tareas de convencimiento, me relaja verla (casi) sonreír. Es ley de vida, me sale con naturalidad. Es lo mejor para todos, lo digo espaciando las palabras. Él sale de casa a buscar trabajo y nosotros volvemos a comer pescado, a ver pelis de autor y a levantarnos tarde los fines de semana, lo suelto (casi) con alegría.

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