21 de noviembre de 2019

Solera

"...removió el brandy en la copa..."

Solo es una costumbre, dijo, y con un movimiento de muñeca removió el brandy en la copa. Antes ponían motes familiares y ustedes fueron los Botas, continuó observando el caoba intenso del gran reserva. Cuando Rocío la del Botas, tu madre, anunció el embarazo, tu padre vino a la bodega y empezó a tomar holandas sin control, hasta que se lo llevaron los ángeles. Captó aromas de vainilla, caramelo y regaliz. La inconciencia de la juventud, supongo. Notó una sensación dulce, untuosa, con un toque de alcohol. Luego, para rematar la faena, van y lo entierran en un ataúd de roble. Recuerdos a madera noble y frutos secos. Y a los nueve meses naciste tú, Solera, pálido y rubio, tal cual: ¿cómo te iban a llamar si no? Su carácter ligeramente abocado le dejó una sensación aterciopelada y un posgusto prolongado. Excelente, concluyó.

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