1 de noviembre de 2013

La estilográfica

 

Estilográfica Montblanc
-Sí, papá, pero, ¿y esa?
-Tiene las caderas muy anchas. ¿No la ves? Parece un… embarcadero.
-¿Pero qué dices? ¡Pues te embarcas, caramba! De eso se trata, ¿no? Pues si que…  ¿Y ésta: rubita, blusa granate palabra de honor con pañuelo verde a juego…?
-Un pimiento de piquillo.
-¡Papá! ¿Vas a seguir? Si estás hecho una ruina. ¿Tú te has visto? Pareces una piltrafa humana. Comes porque eres cocinero,  que si no…
-Marí, no sé si quiero… Vamos a dejarlo, ¿vale?
-Olvídate. Sí, si quieres, y no lo vamos a dejar. Hace ya cinco años que ma… ¡Mira ésta! ¡Qué estilo! Delgada, alta, vestido negro ejecutivo, tacón...
-Marí, oye…
-¡Y ahora qué, eh! ¿Una estilográfica Montblanc? Así no vamos a ningún lado, caramba. Tienes que poner algo de tu parte...Encima que me preocupo...
-Si, claro, hija, y te lo agradezco. Pero otro día será. Adiós, adiós y cuídate... ¡Ah!, y dale un beso a la estilográfica. Digo a los chinos. A los niños..., a los niños, quiero decir.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario