3 de noviembre de 2014

¡Totoroto!

¡Totoroto!
El muñeco fue el primero en cerrar los ojos cuando le encajó la cabeza en el cepo. Lucía lo llamaba Totoroto y abría y cerraba los ojos cuando lo giraba arriba y abajo. Luego encajó a Lucía y le dijo que cerrara los ojos, como Totoroto. Luego me encajó a mí y dijo así, juntos, como  hermanos. Accionó la primera palanca y la cabeza del muñeco cayó al suelo boca arriba. Lucía abrió los ojos y gritó ¡Totoroto!, ¡Totoroto!, pero logró calmarla diciéndole que estaba vivo porque tenía los ojos abiertos. Iba a accionar la segunda palanca cuando nuestros padres llegaron corriendo como locos a los gritos de Lucía…

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