15 de marzo de 2015

Pío, pío

Pío, pío...
Seguía atrapado allí dentro, y no podía salir. ¿Cuánto tiempo llevaría encerrado? Era como si siempre hubiera sido así. La de cosas que iba a hacer cuando saliera... Comenzó a percibir luces y sonidos fuera. El calor se hizo insoportable y el lugar más estrecho, constriñéndole de tal forma que se vio impelido a quebrar las paredes que le aprisionaban hasta sacar la cabeza al exterior. Pío, pío, fue todo cuanto alcanzó a decir.

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