16 de septiembre de 2017

Tardía vocación

"Aquí yace Agapito...
Su mujer falleció de repente. Pasado el trance, comenzó a escribir epitafios que leía ante su tumba: Te fuiste y yo me quedé, recitaba haciendo una pausa en fuiste para acentuar el dramatismo. O también: Tú estás dentro y yo aquí fuera, enfatizando dentro y fuera para destacar la mágica diferencia entre estar metida en un cajón y respirar aire fresco. Tanto emocionaron las declamaciones al vecindario que, una hoy y otro mañana, empezaron a pedirle epitafios que el ya insigne literato redactaba con sin igual maestría. Viéndoselas venir y temiendo que nadie escribiera el suyo, entregó al cura un soberbio pareado para esculpir -todavía no, padre, cuando muera- en su lápida de mármol: Aquí yace Agapito, y su mujer al ladito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario