-Pero, Gualtier, si nos han crecido la concha y los cuernecillos en estos parajes.
¿Y qué le pasará a nuestra descendencia?
-¿A nuestra descendencia? Junto con
ranas, mosquitos y langostas, teníamos
que estar entre las diez plagas de Egipto. Que espabilen, si no quieren acabar
en una paella de conejo en la Costa del Sol.
-¿Y a dónde iremos arrastrándonos
como gusanos, a 50 metros por hora y antes
de que se nos seque el mucus?
-Al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.
-¿A La Caldera? ¿Y cómo vas a subir El
Reventón, a lomos de una mula? ¿O le pedimos a Kilian Jornet que cuando vuelva a correr La Transvulcania nos deje (porfa)
en El Roque de Los Muchachos.
-Si tú no vas, me voy con Otala, aunque sea pegado a las patas de
una gaviota, como suponía Darwin que
viajaron algunos de nuestros antepasados.
-Esta sí que es buena, Gualtier. ¡En gaviota…!
…Y como decía Darwin…
-¿Sabes? Por mí, como si
quieres entrar en hibernación estival. Pero
si te quedas aquí con la que está cayendo, te vas a quedar más seco que un ammonites en Valdepeñas.
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