22 de marzo de 2013

El kleenex


Snif...
-No sé, murmura Manuela compungida en el bullicio de la hora punta. Snif... Creí formular la pregunta claramente.

Ti-ro-rin, próxima estación: “Argüelles”   
   Correspondencia con: líneas 4 y 6

-¿Y tu coche? 
-Snif… Hasta fin de mes no podré retirarlo del taller.
-Ya. Toma (un kleenex). ¿Pero qué preguntaste al Presidente?
-Gracias. Se me acabaron (los kleenex). De lo que habla todo el mundo, ¿de qué si no? Que si el escándalo iba a afectar al ...club. ¿Puedes creer? Miró al techo y, aunque estábamos tiritando de frío, dijo que sí, que hacía buen tiempo, y que mañana también lo haría. ¡Que desfachatez! 

                      Ti-ro-rin, próxima estación: “Ventura Rodríguez”
 
-Estás nerviosa. Cálmate. ¿En la rueda de prensa? ¿Delante del resto de periodistas?
-Delante de todo el mundo. Me sentí absurda. Y enrabietada. Nos miramos todos como Shrek y Asno cuando Fiona les dijo que les iba a freír dos huevos.  

                    Ti-ro-rin, próxima estación: “Plaza de España”
                 Correspondencia con: líneas 2 y 10

-Bajo aquí.
-Vale... Manuela, tendrás que mejorar esa baja tolerancia a la frustración. O dedicarte a otra cosa. Tú verás. Dame (el kleenex).
-No, gracias, ya lo tiro yo (el kleenex).  ¿Y cómo hago eso?
-Pues con la estrategia del Málaga, claro: vencer o morir. 

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