4 de abril de 2013

¿Qué?

¿Cómooo...?
Que se arrime un poco más al borde de la cama…
¿Qué?
-Que dice que se acerque un poco más a la cama, enfermera. Tiene pérdida auditiva, ¿sabe? Del 80%, en ambos oídos.
-Perdón,  no lo sabía.
-¿Qué?
-Que lo siento, que no lo sabía.
-¿Puede hablar más alto, por favor? Soy su hermana Mamen y también tengo pérdida auditiva. Es un problema genético.
-Ah, bien.
-¿Qué?
-QUE BIEN, QUE CÓMO SE ENCUENTRA, SU HERMANO.
-Aparte del shock y las magulladuras del accidente, le veo bastante tranquilo. O eso parece. Esperemos que no se presenten complicaciones posteriores.
-SI, ESPEREMOS. NO OBSTANTE, LO MANTENDREMOS VIGILADO TODA LA NOCHE ¿ALGÚN FAMILIAR SE QUEDA CON ÉL?
-Yo misma. He venido preparada.
-Vale... (perdón): ¡VALE! PARA CUALQUIER COSA, TOQUE EL TIMBRE. ESTE BOTÓN ROJO. ¿VE? APRIETE FUERTE. ASÍ.
-De acuerdo...  Espero no tener que hacerlo.
-…Vaya con la enfermera. Hay cosas que son difíciles de explicar. Diplomada universitaria y no se percata de una sordera.
-Nooo. Creo que no se percató. Pero pasa con mucha frecuencia.
-Mamen, ¿puedes hablar más alto?
-Pero Dani, ¿tú? ¿También?
-Es la edad… Ya sabes, después de los cincuenta: vitaminas, gafas y sonotone.
-¿Qué?
-Ja, ja, ja…

No hay comentarios:

Publicar un comentario